Me han robado en los pueblos beréberes Siento un nudo en la garganta, se me paraliza el cuerpo entero y me siento muy mal conmigo misma porque muchas veces al largo de mi vida me he quejado e incluso llorado por no poder comprarme objetos muy caros de marcas, por no poder hacerme x operaciones estéticas o incluso por no poder viajar a destinos que se salían de mi presupuesto. Desde que tengo uso de razón mis padres me han enseñado el valor de todas las cosas y lo mucho que cuesta conseguir cada una de ellas, a pesar de eso vivimos en una era del materialismo y son tantos los estímulos que percibimos diariamente que nos convierte en personas frívolas y desagradecidas. Venir a los pueblos beréberes y ver a niños de 3 años trabajando y sin recursos imprescindibles me ha impactado demasiado, sin comida, sin agua, sin casi ropa, y por supuesto sin ningún capricho porque eso sí que ya es más que imposible para ellos. Haciendo autostop día a día o andar kilómetros sin tener otra opción. Les di toda la comida y agua que llevaba encima y sus caras expresaban felicidad extrema, la misma que por desgracia pondría yo si me tocase la lotería, ¿que realidades tan diferentes verdad? A pesar de eso el guía me explicó que si necesitas una casa para dormir, ellos mismos te prestan la suya y te dan todo lo que tienen a su alcance, porque no serán ricos monetariamente pero si ricos de corazón. Así que si, me han robado en los pueblos beréberes, me han robado el corazón y tengo claro que cuando tenga hijos les traeré aquí de bien pequeños para que valoren todo lo que yo les pueda ofrecer y no deseen más materialmente sin sentido ninguno.